En ocasiones nos preocupamos por que pensamos que Dios no
escucha nuestras oraciones y lo primero que viene a nuestra mente es que no lo
estamos haciendo bien, incluso creemos que posiblemente nos hacen falta las
palabras claves para obtener la respuesta que esperamos, en parte porque no
aceptamos que Dios pueda dar un no como respuesta a nuestra necesidad o
petición, de cualquier forma miremos primeramente lo que es la oración
Si tienes un conocimiento básico del evangelio seguro
conoces la definición clásica que versa “orar es hablar con Dios” aunque no es
una definición que se encuentre de forma textual en la biblia si es la mejor
interpretación que podemos dar a lo que relata el texto sagrado en una gran cantidad
de versículos respecto a la oración tal como:
“Orarás a él, y él te oirá;
Y tú pagarás tus votos”
Job 22:27 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
En este pasaje Elifaz
el Temanita acusa a Job de maldad debido a las situaciones que estaba
viviendo. El verso sirve para ilustrar el propósito de la oración, esta se muestra como el canal por
el cual se puede comunicar el hombre con Dios de modo que obtenga una
respuesta, por tanto es de gran
importancia para el hombre utilizar este medio para agradecer, pedir o alabar
el nombre del Todopoderoso, entendido esto
puede que Dios esté más disponible en algunos momentos para atender
nuestros ruegos como suele suceder con las empresas cuando llamamos a solicitar
un servicio, veamos que dice la escritura al respecto
Afortunadamente Dios no se parece en nada a las empresas, él
siempre está disponible y no es que sea un desocupado, recordemos que una de
las cualidades únicas del Señor es ser omnipresente lo que le permite estar en
todas partes, estar fuera de nuestros límites temporales, por esto puede
responder a nuestras súplicas en cualquier momento:
“Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré,
Y él oirá mi voz.”
Salmos 55:17 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
No hay pues un momento específico para elevar nuestras
plegarias a Dios de hecho orar debe ser un ejercicio continuo para el creyente
como nos exhorta el apóstol pablo en la primera carta que escribe a los
tesalonicenses
“Orad
sin cesar.”
1 Tesalonicenses 5:1-18 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Pero porque el Apóstol Pablo hace esta recomendación, que
tan importante es la oración diaria, qué beneficio representa para el
Cristiano, no te vayas resolvamos estos interrogantes
¿Por qué debemos orar sin cesar?
Ciertamente son muchas las obligaciones y responsabilidades
con las que tenemos que lidiar en el transcurso del día que nos queda tampoco
tiempo para hacer lo que queremos, sin embargo como hemos visto la
recomendación de las escrituras es que oremos continuamente, por lo que es necesario
comprender los grandes beneficios de la oración, uno ellos es la cercanía a
Dios, cuando hablamos mucho con una persona esta se vuelve más cercana al punto
que se gana nuestra confianza y le consideramos en alta estima como un amigo,
debido al tiempo que le dedicamos y a todo lo que compartimos durante nuestras
conversaciones, lo mismo sucede con nuestra relación con Dios imagina que él
pueda llamarnos amigo, de hecho es algo en lo que el Señor está muy interesado,
en estar cerca de nosotros tal como lo describe en el libro de Santiago:
“ Acercaos
a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros
los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.”
Santiago 4:8 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Qué mejor forma de estar cerca de Dios que a través del diálogo
continuo. Otro gran beneficio de la oración es la enseñanza y el conocimiento
que podemos adquirir a través de las respuestas de Dios, el mismo nos invita a
clamar a él en el libro de jeremías:
“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes
y ocultas que tú no conoces.”
Jeremías 33:3 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Es propósito del Dios
todopoderoso es que por medio del orar
seamos instruidos en el conocimiento de
el mismo, que recibamos revelación de lo que está oculto o desconocido, sabemos
esto ahora pero como hemos dicho usualmente estamos escasos de tiempo por
nuestras múltiples ocupaciones (no tenemos tiempo siquiera para terminar de
leer este mensaje) ¿existirá lugar mejor en el cual orar?
El mejor lugar para orar
Quizás eres de los que esperas ir a la iglesia para orar ya
sea porque consideras que es el lugar más santo sobre la tierra o bien porque
dispones de poco tiempo en casa (eso te dices a ti mismo) que olvidas hacerlo,
quisiera poder decirte que tienes razón y que solo hay un lugar en el que
puedes orar, pero lo cierto es que cualquier lugar es útil para tal propósito,
aunque hay algunas pautas que nos da la escritura para la escogencia del lugar
de oración
“Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos
aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las
calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su
recompensa.”
“Más tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la
puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve
en lo secreto te recompensará en público.”
Mateo 6:5-6 Reina-Valera 1960
(RVR1960)
En estos dos versículos el mensaje es conciso,
se describe el lugar de oración como un sitio privado, secreto o intimo en el
cual puedes establecer plena comunicación con Dios, además en el verso 6 hay una promesa en la palabra
subrayada, de respuesta agradable para nosotros. Hay otros apartes que podemos
sustraer del texto bíblico por ejemplo la oración no tiene como propósito el
reconocimiento de los demás, no es un ejercicio exhibicionista por lo que no
esperemos ser reconocidos solo por orar “no debes convencer al hombre de ser el
que más pide o clama dentro de la iglesia, eso solo lo debe saber Dios”, si actúas
de esta forma desacreditas tus propias palabras pues no has orado con
sinceridad solo por ser visto, y como puedes leer en el pasaje anterior
desagradas a Dios. Algo que siempre me pregunte durante mi infancia
en la iglesia es lo siguiente
¿Qué tan extensas deben ser las oraciones? A mi mente vienen recuerdos de diferentes hermanos orando y el tiempo de oración para cada uno de ellos era diferente, por cierto me gustaba mucho que escogieran siempre al hermano Jaime por sus oraciones cortas, aunque muchos lo miraban de una forma extraña él era mi predilecto, pero consultemos lo que dice el texto sagrado al respecto:
¿Qué tan extensas deben ser las oraciones? A mi mente vienen recuerdos de diferentes hermanos orando y el tiempo de oración para cada uno de ellos era diferente, por cierto me gustaba mucho que escogieran siempre al hermano Jaime por sus oraciones cortas, aunque muchos lo miraban de una forma extraña él era mi predilecto, pero consultemos lo que dice el texto sagrado al respecto:
“Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles,
que piensan que por su palabrería serán oídos.”
Mateo 6:7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
El texto anterior aunque no dice con exactitud cuántas palabras debemos utilizar en nuestra oración
para que sea correcta si brinda orientación al respecto, esta la podemos ver de
la siguiente forma
Si no tienes mucho qué decir sé preciso pero por favor no
repitas o intentes adornar tu oración como si se tratase de un discurso político,
recuerda que al Dios que oras no es de yeso ni de palo es vivo, por lo que no
es sordo, él ya te escucho y trabaja en darte la mejor respuesta, así que, no
repitas lo mismo una y otra vez para extenderte, otra cosa es que tengas mucho
que decir, por tanto las oraciones pueden ser largas o cortas de acuerdo a lo
que salga de tu corazón, la oración es una forma de ser sinceros con Dios
¿Qué no debo decir al orar?
Es complejo sentar una posición en relación a lo que podemos
decir y lo que no debemos decir al hablar con Dios , como se ha dicho orar es
un ejercicio sincero y en este sentido debemos tener presente lo que dice la
biblia en libro de Lucas
“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo
bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de
la abundancia del corazón habla la boca.”
Lucas 6:45 Reina-Valera
1960 (RVR1960)
En consecuencia todo lo que decimos a Dios mediante nuestras
oraciones muestra innegablemente lo que hay en nuestro corazón, sin embargo Jesús
en una parábola enseña lo que no debemos decir o como no es bueno actuar en la oración
11El fariseo, puesto en
pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy
como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este
publicano;
12 ayuno dos veces a la
semana, doy diezmos de todo lo que gano.
Lucas 18: 11-12 Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Es fácil darse cuenta cuan alabancioso es el
fariseo, su oración se basa en la autocomplacencia, sus palabras son alabanzas
para el mismo, mientras se compara con los demás, pareciese ser libre de todo
pecado, en esto es lo que no se debe convertir la oración en una alabanza para
nuestro orgullo, Dios conoce todo lo que hacemos no necesita que nosotros le
mostremos lo bueno que somos porque de eso no trata la oración, por el contrario esta trata sobre lo malo que hacemos,
sobre pedir perdón, sobre estar humillados delante su presencia, cuánto nos
hace falta aprender al respecto, de hecho cuando le decimos a Dios lo bueno que
hacemos, también le decimos de forma indirecta que lo que hemos hecho no es
para que él se agrade, no es para la gloria de su nombre, sino para a la gloria
nuestra y este es un grave error porque no podemos quitarle la gloria al que se
la merece al Dios que vive por los siglos de los siglos.
Orando correctamente
Hasta el momento hemos visto algunos aspectos
importantes sobre la oración pero aun no le damos respuesta a la pregunta del título
de este artículo, aunque dichos aspectos permiten tener mayor claridad. Seguramente
al entrar pensaste en el “padre nuestro”
enseñanza de Jesús sobre la forma de orar y que este sin duda estaría en este texto
y tienes razón por que Jesús enseño a orar
9Vosotros,
pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu
nombre.
10 Venga tu reino. Hágase
tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11 El pan nuestro de cada
día, dánoslo hoy.
12 Y perdónanos nuestras
deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 Y no nos metas en
tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la
gloria, por todos los siglos. Amén.
Mateo 6: 9-13 Reina-Valera
1960 (RVR1960)
Antes que nada recuerda que Dios no se agrada de las
repeticiones como hemos visto anteriormente, por lo tanto debemos entender que el
propósito de Jesús no es que repitamos este texto continuamente al orar como si
se tratasen de palabras mágicas pues de nada valdrán si estas no expresan lo
que sentimos, más bien miremos el propósito real:
El inicio de la oración debe ser dedicado a la alabanza y adoración
del nombre de Dios, pero deben ser tus palabras, la forma que tienes para
alabarle, que fluya de tu corazón, de eso trata el verso 9.
Antes de pedir cualquier cosa, primero reconoce que la
voluntad de Dios está sobre todo y que está finalmente será la que determine el
destino de lo que pediremos (verso 10)
Dios se complace en darnos muchas cosas, pero tú siempre
pide lo realmente necesario, recuerda que cuando él da, lo hace hasta que
sobreabunde, por tanto no seas pretencioso o exigente con tus peticiones no hay
hombre que pueda estar en tal posición (verso 11)
Pide perdón a Dios siempre y recuerda que este se otorgara de acuerdo a nuestra capacidad de perdonar,
este es uno de los pilares de la oración pues nos mantiene humillados delante
su presencia, es lo que sucedió con el publicano en la parábola de Lucas 18. (Verso
12)
Finalmente pide por la protección divina para ser librado
del mal, si lees el libro de los salmos te
darás cuenta que en múltiples ocasiones el rey David pide a Dios por su protección,
es algo que no puedes dejar pasar, estamos peleando una batalla y son muchas
las artimañas que utiliza el enemigo para tratar de derribarnos pero con la protección
de Dios saldremos victoriosos y así como iniciaste alabando el nombre del Señor
termina proclamando su poder. (Verso 13)
Espero querido hermano que este mensaje sea de gran bendición
para tu vida ¿oramos ahora?
2018-06-21,
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