Es tiempo de restauración
Mucho he escuchado hablar de restauración en la iglesia de
Jesucristo en este tiempo y es que el crecimiento que ha tenido el cristianismo
en las últimas décadas y el que le depara para el futuro es exponencial, de
hecho es junto al islam una de las religiones de las que se prevé que tendrá
mayor crecimiento de acuerdo con los datos presentados por el Pew Research Center en 2015, este crecimiento es sin
duda positivo, aunque para el fiel creyente este no debe ser una novedad pues
es un reflejo del cumplimiento del mandato de Jesucristo:
El cual debemos cumplir diariamente con fervor puestos los ojos en la esperanza viva que es
Jesucristo, es de gran alegría y gozo saber que el evangelio se extiende por
toda la tierra, es necesario acotar que los resultados presentados en el
estudio del pew research center no incluye solo a los protestantes como
cristianos, sino a todos los grupos religiosos que creen en Jesucristo por lo
que hay que guardar la proporciones frente a los datos arrojados, lo
preocupante en este sentido es la segmentación que tiene cada día más el
cristianismo con las diferentes doctrinas que surgen especialmente por las
erróneas interpretaciones bíblicas que le dan los hombres que intentan acomodar
la palabra de Dios a sus propias
ideologías, es aquí donde es necesario realizar una restauración hacia la verdadera doctrina de Cristo , más adelante
tocaremos el aspecto de la doctrina centrémonos por ahora solo en la
restauración del templo, espero que no seas uno de esos que acaba de viajar
mentalmente hasta Israel y ha imaginado un hermoso templo , sobre la cúpula de
la roca de los islámicos marcando así el fin de los tiempos, y es que cuando
hablamos de la restauración del templo usualmente pensamos en un lugar físico,
material, parece ser que nos olvidamos que somos nosotros el templo del Dios
viviente tal como apunta el apóstol Pablo
Hoy en día nos preocupamos más por embellecer el lugar en el
que nos reunimos, no digo que esto esté mal pues Dios merece todo lo mejor que
podamos dar y precisamente es por eso que deberíamos cuidar celosamente el
lugar santo y no me refiero a uno en la tierra sino a nuestro ser, es de este
de quien me preocuparé más de mantenerlo íntegro, limpio y sin manchas por la
gracia de DIOS que está sobre los que en él creen y le siguen, por tanto el
creyente de este siglo debe analizar
cuidadosamente su posición frente a DIOS pues debe actuar en procura de estar
plenamente restaurado delante de su presencia, recordemos que es Jesucristo
quien nos restaura a través de su palabra, Él no lo hace mágicamente como al
parecer piensan algunos sino que proporciona las herramientas necesarias para que el proceso de
restauración ocurra y es el hombre el que decide el paso que debe seguir, esto
lo hace a través de sus enseñanzas y del santo Espíritu de Dios que nos
consuela, querido hermano es tiempo de levantarse, de realizar una análisis
exhaustivo de nuestro proceder, pero no según nuestra propia opinión más
bien sobre la base de la verdad, la
palabra viva, dejemos de pensar que el restaurarse es solo un deber de aquellos
hermanos que a la luz de todos sabemos que han fallado, porque seremos
excluyentes a la voz de Dios, semejantes a los fariseos que consideraban su
proceder el más recto delante Dios pero a los cuales Jesús les dijo:
En Israel aún esperan la restauración del templo de salomón
del cual solo queda una pared conocida como el muro de las lamentaciones o muro
occidental, diariamente cientos de judíos se aproximan a él para orar y pedir por la restauración de su nación y en
gran medida por la reconstrucción del mismo, es un lugar de peregrinaje y es
considerado el lugar más sagrado del judaísmo , ciegamente esperan la manifestación
del Dios vivo sobre el símbolo material de su credo, mientras, el templo espiritual
está completamente destruido se cumple inefablemente lo que dice
la escritura
En defensa de Israel la nación santa, la representación de
la humanidad delante de Dios debemos decir que aun el tiempo de que sus ojos
sean abierto no ha llegado, pero este llegará en el tiempo señalado por Dios, sin
embargo es curioso ver que el excentricismo religioso de los judíos se ha
extendido dentro del cristianismo, muchos habiendo conocido a Cristo centran su
doctrina sobre las cosas materiales tales como el pulir su aspecto exterior mediante el
vestido o construir un hermoso templo para reunirse con los hermanos, soy enfático
en decir que personalmente no pienso que esto sea malo o sea contrario a la
escritura, el problema surge cuando como creyentes le damos mayor importancia a
esto antes que a las obras de misericordia, olvidamos inmediatamente la
doctrina de cristo y cuando llegan nuevas personas al templo nos preocupamos
por transformarle en su aspecto , más no le nutrimos a través de la palabra,
propiciando que este crezca débilmente en
el evangelio, lo más preocupante es que esto parece no interesarnos en tanto
este hermano recién convertido sea un fan de Jesús y cumpla con todos nuestros
preceptos y digo nuestros porque el actuar de esta forma nos aleja de los
propios preceptos de Dios, es aquí donde nuestro interior es semejante al
antiguo templo, solo un muro ,el resto ha sido destruido por nuestro actuar o
proceder, físicamente nuestro semblante es el de un creyente pero nuestras
ideologías se han desviado del verdadero propósito de Dios, empezamos a
transformar paulatinamente la iglesia de Jesucristo en un club social (todos
parecen agradables y van bien vestidos) mientras que las maria’s magdalenas,
los leprosos, los ciegos, los cojos, los endemoniados, los samaritanos, los
enfermos etc.. Se pierden solo porque no cumplen con el requisito esencial y símbolo
de nuestra creencia religiosa el parecer cristianos, estos entonces se
convierten en desechados y despreciados por nuestro nuevo credo, pareciera ser
que el pecado de ellos es mayor que el de cualquier ser humano y que nosotros
hemos alcanzado un nivel de “santidad” mayor que la del mismo Dios (como si
fuera posible), te darás cuenta que este
proceder nos convierte en opositores de Dios pues rechazamos aquellos por los cuales el
vino, por el menesteroso, afligido, por el pobre, por los que tienen hambre y
sed de justicia, por los enfermos y sobre todo por los PECADORES, siempre ten
en cuenta este pasaje en consideración a ti
Esto dijo Jesús refiriéndose
a aquella mujer pecadora que lavó su pies con perfume, es tiempo hermanos de postrarnos
delante de la presencia de Dios, humillarnos y reconocer nuestro pecado, es
tiempo de restaurar nuestra simiente en Jesucristo no olvidemos lo que dijo el apóstol Santiago sobre la verdadera religión
Es tiempo de cumplir la palabra de Dios, de volvernos a Él
de restaurarnos, de reconstruir el templo del espíritu santo en nuestros corazones.
Bibliografía
https://www.biblegateway.com
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